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El aluminio desempeña un papel importante en muchos aspectos de nuestras vidas. Desde los edificios en los que vivimos y la tecnología que nos conecta, hasta los coches, barcos y trenes que nos llevan en viajes cercanos y lejanos. Su ligereza, durabilidad e infinita reciclabilidad lo han posicionado no solo como vital para la urbanización, sino también para la transición ecológica.

Pero para desempeñar plenamente su papel como material sostenible para el futuro, la producción de aluminio debe cambiar. El aluminio por sí solo representa el 4% de las emisiones mundiales de CO2 e, y la transformación implica la minería en zonas empobrecidas y ecosistemas vitales. Llevar estos impactos a cero requiere un enfoque multicapa para la descarbonización, al mismo tiempo que se tienen en cuenta los impactos sociales y medioambientales de nuestras operaciones. En otras palabras, es necesario cambiar las reglas del juego.

Y lo hemos hecho antes. Desde la fundación de Hydro en 1905, nos hemos propuesto resolver los retos más urgentes de la época. Desde fertilizantes para alimentar a una población hambrienta, hasta petróleo y gas para impulsar una sociedad en evolución; ahora, estamos cambiando el paradigma del aluminio para proporcionar materiales más sostenibles a productos que son cruciales para mantener el rápido desarrollo del mundo.

Ya estamos liderando la transición con productos de aluminio reciclado y con baja huella de carbono que ocupan una cuarta parte de la huella de la media del sector, o menos.

Desde la década de 1990, hemos reducido las emisiones de nuestras fundiciones noruegas en más de un 50%. Para 2030, reduciremos nuestras emisiones totales de carbono en un 30% y suministraremos aluminio sin emisiones en volúmenes de escala industrial.

A medida que damos el siguiente paso para ser pioneros en la transición al aluminio más sostenible, estamos repensando cada paso de nuestra cadena de valor, garantizando la transparencia y minimizando el impacto de nuestras actividades desde la mina hasta el producto final. Creemos que no podemos tener éxito en la transición ecológica sin contribuir a la ambición global positiva para la naturaleza y a una transición justa.

Para mejorar nuestro triple resultado final : 

  • Garantizamos una transición justa proporcionando empleos, apoyando a las comunidades locales con programas educativos y sociales, y garantizando que nuestros proveedores respeten los derechos humanos.
  • Minimizamos nuestro impacto medioambiental invirtiendo en investigación, rehabilitando áreas mineras y utilizando prácticas operativas innovadoras para gestionar los residuos y proteger la biodiversidad.
  • Descarbonizamos mediante el cambio a fuentes de energía renovables siempre que sea posible, aumento de la recogida y el reciclaje de residuos e implementación de tecnología de fundición de vanguardia que elimine las emisiones de carbono de la producción de aluminio.

Así es como estamos cambiando las reglas del juego del aluminio, de un material de altas emisiones a uno sostenible.

No solo estamos transformando nuestra industria, sino que también estamos habilitando vehículos eléctricos, fuentes de energía renovables y tecnologías emergentes que impulsan la transición ecológica.